Aun así , teniendo en cuenta que ya otras veces he podido disfrutar de estas pequeñas pero exquisitas obras, uno se percata enseguida que está delante de un trabajo bien elaborado, realizado con esmero y con un oficio digno de ser comparado con los grandes dibujantes que ilustraban la prensa y los magazines a comienzos del siglo XX.
Para los que no la conozcáis os puedo decir que Cristina Losantos (Barcelona,1960) es una ilustradora con una larga carrera profesional. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, ejerció durante varios años como profesora de dibujo, dedicándose a partir de 1985 total y profesionalmente a la ilustración. Ha ilustrado cuentos para editoriales como “La Galera”, Editorial Cruïlla, libros educativos del grupo Edebe y también se ha especializado en el
dibujo deportivo de humor. En el año 1998 ganó el 2º Premio Nacional de Ilustración otorgado por el Ministerio de Cultura con el libro “El flautista de Hamelin” (Editorial Galera). En 2007 gana el 1ª Premio del Concurso “Humor Gràfic i Esport”. Colabora semanalmente como ilustradora en el artículo de Salvador Cardús del diario catalán “Avui”. También ha participado exponiendo sus originales en diversas exposiciones colectivas e individuales.
En esta exposición, que realiza Cristina Losantos en la prestigiosa
Sala Rovira de Barcelona, podemos ver una buena cantidad de dibujos originales. La mayoría forman parte de obras ya editadas en diversas publicaciones. Otras son creaciones propias, que no provienen de encargos, en las que la artista nos representa de forma magistral diferentes escenas cotidianas, sociales o políticas con un punto de ironía pero siempre con un humor simpático y tierno. La mayoría son dibujos realizados para sus publicaciones de cuentos infantiles, sin embargo no vayamos a pensar que al hablar de cuentos infantiles, nos vamos a encontrar con banales dibujos realizados para niños, simplemente con la finalidad de decorar gráficamente una publicación; no, rotundamente no, los dibujos de Cristina son pequeñas obras de un valor narrativo meticuloso, directo y hasta diría profundo. Cada escena está representada con todo lujo de detalles, pero no por ello dejan de ser de una simplicidad rica, directa y de fácil comprensión. Es precisamente en este lujo de detalles donde encontramos la magistral manera de contar aquello que el lector, o el espectador, no encuentra en el texto y que sin embargo agradece que le sea mostrado: el pequeño ratoncito que huye aterrorizado, la paella que prepara la bruja llena de pequeños anfibios y reptiles, el gato agazapado en un rincón de la estancia; pero sobre todo sus personalísimos personajes, llenos de ternura, de expresividad y de sentimientos. Cada uno de ellos realiza alguna tarea o nos transmite su estado de ánimo; si la historia lo requiere, estos sentimientos son dramáticos, en otros casos llenos de humor amable; ninguno de sus actores está parado e inerte sino que nos muestran su particular acción. No deja nada sin atar y dentro de la gran cantidad de personajes y objetos que pueden aparecer en una escena, cada uno de ellos tiene una misión que realizar que está perfectamente relatada pero con una gran simplicidad.
En cuanto a su técnica, con la plumilla, la tinta china y la acuarela le sobra y le basta para su finalidad. El trazo es seguro, limpio y ágil, dando a sus personajes un dinamismo y un movimiento que parece que éstos no estén en el papel sino más bien en una película animada. Su color es sobrio, sin estridencias pero eficaz . Todo el conjunto de la composición respira armonía, buen gusto y equilibrio. Huelga decir que cuando contemplamos uno de los dibujos de Cristina reconocemos en el acto su personal manera de hacer, tanto en sus personajes, con sus narices puntiagudas, como en los objetos que alimentan la escena.
Diría que la obra de Cristina Losantos es de una calidad equiparable a nuestros grandes ilustradores catalanes del primer tercio del siglo XX, como Ricard Opisso, Junceda, Apel.les Mestres, Lola Anglada, Picarol o Joan Llaverias. No olvidemos que el ilustrador, al igual que el pintor, además de tener el oficio bien aprendido demostrando un conocimiento de la técnica, de conseguir una armonía en los colores y una estética en la composición, debe llegar al espectador con toda la fuerza expresiva que le sea posible, y para ello debe ser creativo en su mensaje, si lo hubiere, y en su realización y Cristina tiene sin duda todas estas cualidades. Con toda seguridad su obra quedará registrada como una de las grandes ilustradoras de nuestro tiempo...¡ Y cuanto le queda aun por dibujar!
Os recomiendo de verdad visitar esta exposición y a los que no podáis verla porque estáis lejos, disfrutad con sus libros que sin duda son "aptos" para todos los públicos.
Os paso algunos de sus libros más destacados: “…i ara què ve?” (La Galera), “Els somnis de l’Aurèlia”, (Cruïlla), “L’Aurèlia i el Robaombres” (Cruïlla), “Les Granotes de la Rita” (Cruïlla), “Ton i Guida” (La Galera), “La platja” (La Galera), “La neu” (La Galera) i les aventures de la Rita Pinyada al Tatano.
